Hija, alumna,
escondes tu secreto que viene a ser el mío. Veremos la sombra y retornaremos a
casa, no sin antes marcar nuestra huella en la arena de los días que no
presenciamos, en la memoria no nacida y en el bronce de una placa. Mientras
surge del abismo nuestra morada, franqueamos; o intentamos lo más que se puede;
los obstáculos. Esta noche he pensado que me gustaría tener la llave en mi
boca, pero sabes que no la he pedido. Quisiera girarla y dar el paso hacia la
puerta. Sabes, como yo, a qué se debe. Nada de planes, nada de Au revoir,
sería un hasta luego que sabemos nunca llegará.
Hija, alumna, the shadow calls me and keep
talking… singing… nocking…
And the good bye is Adagio: Sehr langsam und noch zurückhaltend de la Novena Sinfonía de Mahler.
No hay comentarios:
Publicar un comentario