lunes, 15 de abril de 2024

Extracto Mar y Niebla

 


Por entre las nubes vaga un beso

de tu boca dulce y enamorada.

Mi lengua pide un poco de rocío, de lluvia;

pide toda la miel desde tu boca.

Eran la piel, tu voz y tu aroma

un susurro reunido en mi oído.

Así como el vuelo de las golondrinas

vino en otoño la noticia de tu vida.

Mariela del mar y de niebla;

mi corazón marchito anida en tu cama.

 

Puedo irme o ser contigo

las cuatro estaciones que me quedan de espíritu.

 

 Tú, sentada junto al lago

cubrías los pies con mi manto de agua,

sentías el rumor inquieto de mi palpitar

por estar cerca de lo que amo.

 

Los días y las noches me han visto

buscar en las piedras, el río, la calle

una señal de tus pasos perdidos.

Fugitivo del tiempo

las cadenas de la distancia me impiden

liberar el salvaje canto de mi melodía.

 

A media noche despierto;

carece mi lecho de tu cuerpo,

van mis pesadillas en pos de ti

y tú olvidas que aguardo por verte.

 

 

II


 

 

Fue este insomnio a diluirte, a besarte

a continuar bebiendo los minutos sin tenerte.

 

Cada minuto sin filo se hunde, me hiere;

es inútil pretender que no duele.

 

Creí ver que de madrugada apareciste;

y pensé en mi sueño delgado y triste.

 

 

III

 

 

He tropezado con tu ausencia,

Mariela de violetas y tierra.

Me dijo lo que ya sabía:

El mañana nunca llega.

 

Se conflagra tu recuerdo

sobre las llamas del pasado.

No es dolor sino algo más insano

continuar en ti pensando.

 

¡Hay, vida, porqué existe la distancia!

 

Acaba con el dolor, conmigo;

termina el mar del castigo,

de vivir doce meses sin mi abrigo.

 


IV

 

 

Hoy, como siempre

-el siempre de los días contados

que no cuentan sino los aislados-

se rasgó la noche en mi vientre,

en mi oído, en mi muñeca;

y aún así no vino a mí la muerte.

 

Pedí un trago tras un tango,

pues ni carta o mensaje con tu nombre

quiere hoy venir a decirme

con quién duermes si no es conmigo.

Sólo veo cómo me llama

un conocido e inerte amigo.

 

Hoy, como siempre

-del siempre que contamos los mismos-

han llorado mis lágrimas

del flujo constante de extrañarte.


V

 

 

En tu roce va tatuada mi memoria

con el luto de quien ama y no tiene,

no halla, ni encuentra

la persona que ama.

Diré que cada paso conoce mis pies,

y que la senda se dirige contigo.

 

En mi interior, a media luz

Mariela dice adiós

con la mano sobre el hombro.

Y como huérfano que va con su madre,

abro los ojos para ver que no estás.

Era tu nombre, y yo,

en mi interior plenamente oscurecido,

decía tu nombre: Mariela.

 

 

sábado, 6 de abril de 2024

Gloria al Combatiente

 

 

 


Forastero

en el velo de noche, fui.

Cerqué de sombras

el punto alto en que anido

donde siempre habito

dispuesto y preparado para la acción.

Invadí ciudades, desplacé infantería,

intacto o herido, cantando un himno:

De la cuna a la misión.  

 

De incursión, fui

custodiado de estrellas;

dieciocho millones de reflejos;

helechos, ojivas,

confiado de táctica y destreza

sin saber, esos momentos

que llegaría Gloria y su belleza

a conquistar, plenamente

en medio de lealtad, honor y valor.

 

Incertidumbre,

vamos a enfrentar cualquier enemigo

llevamos los pertrechos

y un vaso de atole cual espada.

martes, 19 de marzo de 2024

Vestigia Dominari

 Bienvenida sea la primavera!

Se acerca un eclipse y la parsimonia en los eventos se ve en armonía. Hace 20 años (el tiempo nos ha invadido de manera inimaginable) me propuse una meta, inspirado en la entrevista de algún personaje que vi en el canal FORBES, y se está cumpliendo. Los alcances de la determinación nos han llevado a cumplirla sin tener una conducta directa sino intrínseca. Ahora que es común ser leído en Alemania, Rusia, Australia, me complace compartir que el Don, Toreles, está desplazándose en la senda correcta.

Anoche recibí el encargo del 101 Batallón de Infantería Espacial, hablé hoy con Paura sobre otro capítulo de interés, y la marcha de la infantería se vio alineada. De la cuna a la misión, sin la tropa nada, con la tropa a la victoria.

Vestigia Dominari






miércoles, 13 de marzo de 2024

Un té a medianoche, reflexión

 En aquel momento Mahler había sido una sugerencia y una invitación a crear. Era el año 2011. Fui al concierto con Rosy y le comenté que estaba desencadenando algo, que en ese momento desconocía pero llegaría a formar Un té a medianoche. Febrero, mas hasta Marzo las primeras líneas comenzaron a salir. Durante el transcurso me informé de su historia, escuché música clásica y Kings of Leon, pasando por Queen y Louis Armstrong. La eufonía se unió a conjuros, comas, palíndromos, silencios, sensaciones y vicisitudes. De noche luego de la escuela me posicionaba a escribir lo que en el día se armaba. Poemas también surgían en los interludios y el domicilio y remitente se hallaban a kilómetros de distancia.  Cartas, notas, viajes perdidos se anexaban. Pero la novela continuaba infusionándose. A veces creí de mañana haber perdido noción del rumbo, sin embargo seguía armándose la historia. Trabajaba en una sastrería y por ello el personaje fue sastre. 

Se ha posicionado como la cumbre en lo que quise hacer y agrada a quienes han llegado a conocer el libro y la historia detrás.

Larga vida al Don.

 

Extracto Mar y Niebla

  Por entre las nubes vaga un beso de tu boca dulce y enamorada. Mi lengua pide un poco de rocío, de lluvia; pide toda la miel desde t...