He querido sembrar
murmullo de grillos bajo tu
oreja
y oigas la noche que te
pienso.
He tomado en baldes
líquida luz de Luna
para bañarte dormida,
mas claustros amagan tu voz,
la lírica de tu mirar,
pues dentro de horas ausentes
mi alma no puede seguir
sin tu desbocada fragancia.
en tu pleno vientre
sin saber que árbol
genealógico sería.
Hoy, como cada noche,
busco tu silueta incandescente
para iluminar el camino
dónde habré de perderme:
Cirios enciendo a tu retrato
va en pos de reliquias
al hogar que construiremos
y vivir con quien florece
en tu fragancia y mi cobijo.