lunes, 29 de marzo de 2021

A través de la ventana

 


He tenido rincones secretos, cada uno poblado de ventanas. Junto a la panorámica se ha situado el escritorio. Pocas veces me encuentro en él, pero casi siempre hay un libro en él, fuego, y recuerdos prehistóricos de los que la ciencia estudia.

jueves, 18 de marzo de 2021

Teoría del rompecabezas

 

 



Cada creador se ha visto en la incertidumbre entre el inicio al término de su obra luego del primer flashazo de inspiración. Lo que llamamos, el muro, muerte de musa, falta de inspiración; los nombres son distintos y ajenos; algunas veces; al proceso creativo (sucesión de pensamientos, a través de la cual el ser humano es capaz de crear algo novedoso). Un día tras despertar y pensar en analogías para crear nuevo contenido, se me ocurrió la idea de aplicar la técnica empleada en el armado de rompecabezas a la hora de escribir o crear. Debido al descorazonador sentimiento que acaece cuando esto sucede, quise experimentar con la disciplina que me dio mi formación. Esta formación más que académica, fue un proceso personal al tomar la decisión de convertirme en escritor. Al inicio puede parecer que correr, escribir o armar un rompecabezas no tienen relación, pero cada uno lleva un proceso para terminar el objetivo que se ha propuesto en el inicio.

Centré mis esfuerzos, tiempo, aprendizaje, en cualquier actividad relacionada directamente a escribir, ya fuera leyendo o asistir a talleres y cursos, donde ningún otro distractor entrara. “El sonido de la inquietud se escucha a miles de kilómetros”, pensaba. Si no podía comprar libros baratos, asistía a la biblioteca pública, la de la universidad, y tomaba libros de libreros de la familia. Incluso retomaba el hábito de leer periódicos, revistas por no tener internet. Mi primera lección de escritura aún la recuerdo: “Describe lo que estás viendo de diferentes maneras”. Cada ocasión se facilitaba al desglosar los significados de las palabras, y la asociación de ideas era primordial. Mi ejemplo más recurrente tenía cierta conexión con mi etapa de runner, corredor. ¿Qué es caminar o correr? El desbalance del cuerpo para retomarlo y volver a perderlo hasta lograr retomarlo, repitiendo el proceso.

Así, con esta disciplina, fui extendiendo asociaciones, lo cual, investigando sobre compositores de sinfonías, hallaba paralelismos entre lo que vivían los autores y su obra. Siete notas bien aprendidas lograban crear vaivenes sónicos, y trasladé este aprendizaje a  letras y su sonido. Por ese entonces había tenido oportunidad de centrarme en la creación de un rompecabezas, hallando patrones más allá de los colores y formas. Las esquinas eran vitales, de ahí los contornos, para luego de tener el cuadro exterior, ir posicionando los colores y formas en sitios donde se suponía se ubicarían. La tenacidad al seguir esta instrucción logró que fuera colocando pieza por pieza cada una en su lugar. Tiempo después, al hallarme ante una novela de la cual tenía pleno conocimiento de la historia, personajes y la métrica de los capítulos, opté por seguir una técnica que nombre: Teoría del rompecabezas.

 

 Según Fernando Monge y Alfonso Álvarez Ossorio coleccionistas y especialistas en rompecabezas, estos son los pasos a seguir:

*Elección del rompecabezas. Número de fichas y los colores, entre menos colores es mas difícil. No esperes a terminarlo para decidir qué hacer con el. (motivación nunca olvidarla)

*Separación de bordes y colores.

*Destinar un horario en caso de que no se termine en un día, pero no lo dejes ni lo desarmes.

*No te obsesiones con una ficha.

*Si no te funciona la separación de bordes empieza por lo que se te haga mas sencillo.

 

Un rompecabezas estándar lo encontramos de forma rectangular, sea de mil piezas o de nueve, todos contienen cuatro esquinas, y bordes rectos que corresponden a las orillas, además, de colores que dibujan la imagen interior. Para armarlo la técnica más rápida es identificar las piezas de las orillas y esquinas, para ir acomodando las partes internas. Siguiendo este principio, la teoría del rompecabezas emplea principios angulares que demarcan las pautas que se han de respetar a nivel general, pero disciplinadamente, para enmarcar el contenido de la obra. Para efectos didácticos utilizo 4: Personaje, Lugar, Movimiento y Clima.

Personaje: Se enfoca en las características físicas, anímicas, intelectuales, del sujeto que recorre la mayor parte de la historia. Puede ser una persona, un robot, incluso un objeto. Ejemplo: Un hombre mayor, en sus sesenta años de edad, que solía ser cantante y ya no se presenta en conciertos desde hace una década al menos.

Lugar: El sitio físico, temporal, etéreo y ambiental en que se desenvuelve el personaje. Contiene rasgos ajenos al personaje, pero que sin duda forman parte fundamental de la obra. Ejemplo: La mesa exterior de un café ubicado en la avenida principal de la ciudad, por la noche de un otoño.

Movimiento: Son los pasos que unen actos dispersos mediante una secuencia ordenada, que van interrelacionados y trasladan al espectador de la obra.

Ejemplo: Aunque el personaje se mantenga sentado, el movimiento se puede ubicar en los pensamientos aunados a el ingreso de clientes, ida o venida del camarero, transeúntes, automóviles y esporádicas ambulancias o vehículos policiacos por la avenida.

Clima: situación ambiental y/o anímica del personaje primario, así como del entorno donde se ubicarán los tres anteriores principios.

Ejemplo: El frescor de una tarde otoñal en su finalizar y la nostalgia de recordar momentos agradables imbuido en soledad.

Una vez colocadas las piezas que componen estos contornos, la imagen va tomando estructura, que es fundamental para saber cuáles son los límites, las reglas del juego y los colores que en conjunto crearán la historia. De ahí partimos a los giros que se desean efectuar para transformar la imagen inicial, en el cuadro completo, sintetizando al final del recorrido el mensaje a transmitir.

Los colores y formas interiores yo los tomo como frases o diálogos que ya he recopilado a lo largo de la investigación inicial, que por sí solos tienen un peso significativo, pero aún no hay un contexto en el cual colocarlos, y voy dibujando con palabras esos contornos faltantes que los unan a las orillas del marco principal.

 

Hay un elemento adicional, y lo separo porque la conforma la técnica a emplear. Es la característica propia de cada creador. Puede ser detallada hasta en los reflejos que se observan en la montura de los lentes, pinceladas gruesas que sólo dejan ver a grandes rasgos la silueta de una pareja y que a distancia dan la percepción de estar en medio de la lluvia por lo difuminado, o sólo querer usar colores alegres, y en su defecto, centrarse en las emociones que se desencadenen dentro del espectador al observar el cuadro completo.

Este quinto elemento es la “Perspectiva”, la visión universal que el autor quiere transmitir por medio de su arte al espectador.

 

Tras lo anterior, destaco que los cuatro puntos son sólo de manera académica un ejemplo general, que puede tener más o menos principios, pero que siempre deben enmarcar la obra en sus límites, y se trabaja dentro de ellos disciplinadamente.

Centrando el tema de la creación en literatura, cada vez que se me dificulta avanzar usando la teoría de rompecabezas, recuerdo los consejos que reuní de otros escritores y fui modificando en cada obra realizada, los cuales enumero a continuación:

1.- Vive y sé consciente de por qué tomaste dicha decisión. Esta consciencia al decidir se permea al crear, y sólo mediante la experiencia de vivir se logra percibir matices en los detalles que surgen.

2.- Escucha música, la que permita que fluyan tus ideas, ya que tenemos siglos de experiencia existentes en donde los intérpretes y compositores nos han transportado a las emociones que sentían, lo cual ayuda a discernir las propias y comprenderlas.

3.- Sé franco en lo que deseas plasmar.

4.- Escribe para el futuro: lo que pasaste es algo que te incomoda, pero estás ayudando a más de una persona a futuro en cómo realizarlo con éxito.  Lo que das por sentado no todos lo tienen así.

5.- Parece fácil, y mientras más fácil parezca significa que vas bien. Porque se necesita un ingrediente que acompaña la trascendencia: Disciplina.

6.-Disciplina: Algunos escriben mejor de día o de noche, como yo. Prefiero la noche donde nadie molesta. Pero aunque prefiera de noche, sé que uno escribe cuando puede. Así que hay que tener un tiempo definido para escribir donde no haya interrupción. 

Tomé la disciplina de escribir cuando no estudiaba, y mientras sabía qué quería escribir. Entre ambas actividades me encontraba laborando, y tomé notas de lo que me llamaba la atención, para en ese momento de calma, retomarlo. Quizá estudies, trabajes, o estén los hijos, pero se debe tener disciplina en este concepto. Es vital.

Una vez que aplicas estos puntos, ordenas tus ideas y transmites los conceptos para llegar al objetivo mayor, la realización de la encomienda que te propones. Sé valiente. 

miércoles, 10 de marzo de 2021

Son las seis... (las páginas prohibidas detrás de Un té a medianoche)

 






Un té a medianoche

Este libro destiló las emociones dentro de una disciplina autoimpuesta, pero lo que nadie sabe, quizá, es el texto inicial, no contenido en la novela, con que se destrabó la maquinaria que me llevó a terminarlo. A diez años ya de esa fecha, me pareció bien colocar ese texto:

"Son las 6:42 am del domingo 20 de Marzo mientras comienzo a escribir esto. He tenido un episodio que quiero contar. Ayer, sábado, fui a las 3:00 pm a la boda de una querida amiga. Fui solo y me la pasé conversando con el padre del novio sobre su asociación de socorristas. Era una plática un tanto atractiva, pero en mi interior varias decisiones y atenciones me alejaban de las palabras. Tendría un viaje a Guadalajara, saldría a las 11:30 pm. Pues bien, a las 6:00 pm me despedía del señor y de mi amiga, la cual, junto a su esposo, dijeron que no era bueno, porque me veían en mal estado. Ahí recordé que casi medio litro de tequila bebí, pero, como en muchas otras ocasiones, pensé que podría continuar mis labores. A las 5:10 am, del domingo, desperté en mi casa. Lo primero que pensé fue en que no me fui y falté a la cita que tendría hoy, más tarde. No sé qué pasó, pero he venido a casa de mi papá a informarme y sucedió algo así:

Al salir de la boda, sus sentimientos encontraron el cobijo del olvido. Maquinalmente, sin lograr acercar su espíritu al cuerpo, las velocidades y los movimientos sobre el volante acercaron su presencia hasta el lugar donde dejó las maletas. Vestido de traje, con corbata amarilla de seda y zapatos lustrados, pensó en cambiarse por algo más casual para su viaje. Llegó a la casa de su padre y todo se desfiguró. Había esperado más de un año por realizarlo, y ahora tenía los boletos preparados. Las respuestas y todo lo que sintió un año antes pondrían una razón de ser. Las cartas, El Gran Amor de los Muertos, los cuentos, las llamadas y mensajes, serían iluminados por la presencia de la otra parte que los alimentó. Dentro, él percibió que la conciencia se iba desvaneciendo poco a poco, no como un anochecer, sino intermitente. Veía los coches, las personas, los semáforos… hasta que despertó. Ella estaría esperándolo en la Basílica de la soledad, pero él jamás llegaría.

Sólo me la paso pensando en que me duele, me incomoda, el hecho de no haber dormido en el lugar que reservé, pues es frente al Parían, un lugar donde acudí hace meses con dos amigos, y está situado en Tlaquepaque, que es… ¿cómo describir la esencia de las calles, fachadas, música, del lugar que me alegró debajo de mi escafandra de penumbra? No pude estar recorriendo esas calles, y los planes se diluyeron por mi embriaguez que me situó sin playera a recorrer las calles de Durango. La imagen, que percibo, no me gusta. El dinero perdido no me importa, pero ahora, que lo pienso… ¿Por qué?

Veo el amanecer en Durango, y no estoy en Tlaquepaque. ¿Saben lo que es sentir que lo que te gusta no está contigo y que fue tu culpa? Por eso he decidido dejar de tomar, ya no seré el mismo, lo sé, o al menos no tomaré tequila y seguiré con el vino; de ese sí puedo tomar hasta tres botellas sin que suceda esto. De hecho, maté a André Lovedy en Día y Hora, pero mi André interior se ha vengado.

Ahora sigo escuchando en mis audífonos Kings of Leon, y de nuevo pienso en lo que se fue. Me refiero a que mi estancia allá, mis amigos, la persona que me los recomendó, la tienda de discos donde los escuché por primera vez y que no me quitaba de ahí hasta escuchar el disco por completo… Tlaquepaque… todo se desvaneció… ahora… Mariela… Martha… “Tienes el mismo nombre…”. Es como si estuviera viviendo el capítulo final de El Gran Amor de los Muertos.

Voy a encender todo. El dinero, los boletos, la adrenalina, todo se conflagrará y haré que mi cuerpo vaya a Guadalajara, aunque sea por horas, pero debo ir, escuchando Kings of Leon en el camino, sólo pienso, ahora, en que, aunque he hecho algo similar antes, puede que no vuelva de ese viaje… lo prometí y debo cumplir".



Hielo en las ramas (fragmento)

 



Comíamos chocolates sentados en las escaleras del pequeño departamento. Por la ventana ingresaba el sonido de la cascada en el estanque de afuera y las canciones de rock que el vecino reproducía en su televisor. Mencionaste que estaría bien al menos tener una sonaja de lata en mis treinta metros cúbicos para entretenernos con algo más. Una de las inolvidables bromas que me hacías. Como por descuido un rayo de luz tocó tu cabello al reír, y en ese instante supe que había encontrado el remitente de mi corazón.

Te conocí por recomendación; qué manera tan extraña, porque Julio me dijo que había llegado una nueva inquilina a su casa de asistencia.

Era octubre de un año donde las nubes de tormenta no llegaron encima de nuestros hogares, separados por una hora de camino y una estación de tren abandonada.

Fui a correr esa tarde noche, creo que fueron veinte minutos, lo que recuerdo es que visité a Julio. Hablamos de que ya regresamos el entrenamiento, que el esgrima era lo mío, cuando de pronto su hermana y tú salieron a esperar el taxi rosa que llamaron. Contrario a mi costumbre comencé a socializar y sonreír.

-Hola-. Dije mi nombre-, mucho gusto- extendiendo la mano a los límites desbordados donde mi sorpresa arribó en su bici. El ejercicio de la memoria consiste en repasar los instantes donde se olvida quién se es para imaginar una nueva posibilidad de volverse otra persona, o volver a ver otra persona. Te presentaste y volteabas a donde yo no estaba, indiferente.

-¿A dónde van?

-A la Casa de Vidrio- mencionó doña Juana alias Juanita.

Se me cayeron las llaves al tratar de hacer un chiste que incluía la ironía del nombre de un sitio donde la transparencia se nubla con el alcohol y las drogas, y lo primero que recordé...


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Extracto Mar y Niebla

  Por entre las nubes vaga un beso de tu boca dulce y enamorada. Mi lengua pide un poco de rocío, de lluvia; pide toda la miel desde t...