Algún tiempo atrás, varios años ha, visitaba blogueros al azar. Un día me llamó la atención de los post de una chava, que no recuerdo otra cosa más que Jazz y Miles Davies. Como no tenía internet a disposición, guardaba información y cuando pudiera, me adentraba a investigar. Recuerdo eso, y después dejar correr algunas canciones. A la par, pero más claro en la memoria, iba a la tienda de discos a revisar Cds. Cuando tenía dinero, el día de pago semanal, compraba uno o dos. Basándome en recomendaciones de cantantes o escritores o revistas, y formé mi primera tríada de Jazz. Fue diferente tenerlos a disposición, aunque fuera reducido. Un par de años luego, ya con internet y mucho tiempo libre, dejaba correr youtube (para entonces ya aprendí cómo) las sugerencias. Sin mucha atención, salía una y otra vez en mis elecciones el albúm Kund of Blue, de Miles Davies. Durante esas jornadas de limpieza y acomodo del departamento, me hacía sentir algo así como estar cómodo, sin exaltaciones ni esperanzas.
Estas fueron mis incursiones al género, como recuerdo, lo que me llevó después a conocer amigos de igual afinidad, para reunirnos pocas veces al año a escucharlos, hablar de ellos, y conocer más de otros autores. Sublime encuentro de esas personas. Y en mis años de soledad, me acompañaba de la melodía azul en medio de la noche, y quienes me conocieron en esa etapa saben que podíamos hablar por horas y sentirnos uno siempre y cuando estuviera Kind of Blue.
Sé, ahora, que no fui el único.