Toda la
temporada de Friends estaba en tu
estante, colocaste un DVD al azar y tras pulsar unos cuantos comandos fuiste al
baño y por un vaso con jugo de naranja. Desde la cocina escuchaste el tunturu-rutu-tu-tun-tun,
tunturu-rutu-tu-tun-tun. De inmediato te congelabas. El diploma de detective desapareció
de la pared, los músculos se pegaron al cuerpo para dar la apariencia de un enclenque,
la sala de estar ahora era tu alcoba pintarrajeada con frases en las paredes,
los aparatos de ortodoncia volvieron a tu boca, en lugar de tener pendiente la
revisión de las fotografías de sospechosos sobre la mesa tenías en mente la
tarea de Geografía; la que no harías; y sobre tu alma escurrió una melancolía
perteneciente a otro ser, uno que hace tres lustros dejaste dentro de una
fotografía. Al instante también recordabas que de todas las mujeres que ese mes
habías visto; entre tanto; ninguna mencionó a Phoebe, ni aRoss, ni a Joey, que
incluso ni oyeron su How are you doing?
Aquello era en verdad morir, encontrase con otro mundo desconocido donde no cabían
tus alegrías, placeres, recuerdos.
-Lo que soy
excede el presente.
Dejamos
intacta la bebida sobre el mueble de televisión. Los diálogos que alcanzaste a
enroscar en el oído se tornaron en una conversación familiar, mas no le pusimos
atención. La edad nos llegaba desde todos los flancos, desde la retaguardia,
hasta hacer que la bayoneta se deslizara desde el fusil hasta el estómago: el
vacío no podía llenarse con jugo el naranja, sino con alguna de esas personas
que en tu adolescencia hubieron visto dicha serie.
karlo?
ResponderEliminarsí....
Eliminarte vi ;)
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