Hoy que tus uvas
sanaron mi copa herida
entre jaque jinetes
te nombraron Reina,
en carruaje nocturno
vino sirvió mi boca
hacia otro día
mi Reina.
Se quebró la ventana y, de tarde, entre el humo y alondras, se alejaba el ocaso tras tu cabello, iniciando siluetas advirtiendo fo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario