sábado, 3 de diciembre de 2016

Régimen durante energía baja




Cuando el cuerpo sea invadido de fatiga, detente sin importar dónde estés; aclarando que ya debes haber tomado las medidas necesarias de carecer de tarea de importancia vital, sea propia o de allegados. ve al hogar, el sitio en que te refugias para levantar la moral, aniquilar presagios y descansar. Ahí, espera la noche. Toda herida sana en mitad de la noche. Espera. Recuéstate. Si los medios son posibles, ten las siguientes provisiones: Vino, Sinatra, whisky y cigarros, además de agua y chocolate. En ese orden. El aislamiento ha sido el compañero indiscutible de todo maestro. Llámalo. Reúnete con él y empieza. Para alcanzar este punto es indispensable que hayas reunido en los días de gloria los elementos necesarios para llegar a este punto. Nombraré algunos: Un sitio seguro y a resguardo de elementos e interrupciones, dónde almacenar agua y alimento para dos noches, salsa, sal, menta, posibilidad de calentar agua y recipiente apropiado, medicinas para los síntomas más recurrentes, fuego; cerillos; dónde poner música y la música apropiada, un aliado de confianza a prueba de fuego y templado con historia, cigarros y alcohol, langidez económica o la posibilidad de acceder a ello gracias al honor alcanzado, lo cual es un temá más extenso que Shopenhauer ya ha tratado. 
La fuerza se alcanza al rebasar los límites de lo que se ha creído es la debilidad. Ten esto en mente ante cualquier obstáculo. De lágrimas no se construyen puentes, con oraciones no se limpia el piso, pero al imaginar el escenario a llegar y sintiendo ya la estancia del ser en el sitio, ayudado de "lo que haya por hacer sin importar cómo" se vuelve cotidiano lo imposible.

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