Flores de
noche,
sólo en el
silencio eran ellas mismas
museo de
miradas
y un gesto
fundamental amanecido.
El azul
transitorio del cielo
acaricia el ala
vertical de cantera
sin prisa ni
fuego
sin el
hipnótico baile de palmeras;
esa trémula e
incesante invitación del olvido,
el ámbar de
campanas que peina farolas:
Relente antiguo
todos los
sueños de una vida entera.
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