Al llegar a casa tras la jornada laboral (mi primer trabajo de barista), recuerdo colocar un cd de Pedro Infante, y sobre todo ubico (no sé por qué) una rola precisa: El plebeyo. En mi memoria viene que, como solía levantarme la moral al cantar sus canciones, me procuré una colección amplia tan pronto pude- Sanganacio y los vecinos fueron testigos. Incluso aquella Navidad donde se reunieron los cazadores a olvidar, me pidieron cantar. Podría decir que él fue mi modelo a seguir durante la adolescencia. Aprendí muchas cosas en las películas y letras. Luego, tras abandonar la cueva y andar por al mundo, de vez en vez con Pipo, y amigos o sólo, en la Bala de plata o a pie, visitaba la caverna y al inquilino. Hablamos como los hombres hablan: en clave y sinceramente. Repartiendo las novedades, las meras novedades y los secretos. Claro, sin olvidar que de fondo estaba Pedrito.
Desde Papalote hasta Verdolaga, Con el tiempo y un ganchito, poniendo en alto Cien años- hubo quienes me han dicho recordarme al oírla, porque solía cantarla siempre- Dicen que soy mujeriego o El desinfle, sin olvidar Luna de Octubre- mes tan preciso en todas sus aristas, mágico, Otoño.
Debí seguir sus consejos más de una vez, pero como ahora, siempre es agradable, reconfortante, retomar esos hábitos ancestrales para refrescar la conciencia.
A quemar las naves e inundar las copas, la noche dura tan poco que el sueño se transporta en apologías. Wishes from the cuartel.
A quemar las naves e inundar las copas, la noche dura tan poco que el sueño se transporta en apologías. Wishes from the cuartel.
Un tanto de su roleo en el link
POR AQUELLOS TIEMPOS, NOCHES, SANGANACIO
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