Habías dormido tantos lunes
que las líneas de la costa se aclararon
el freno del tiempo atrapó tu mirada
tu aliento, cada cauce de silencio.
Aun evoco la lenta mañana que en tu mano
amaneció la alianza tras dos años.
Se quebró la ventana y, de tarde, entre el humo y alondras, se alejaba el ocaso tras tu cabello, iniciando siluetas advirtiendo fo...
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