BALA DE ¨PLATA |
-No
entiendo cómo es posible que se vayan a la cama con una mujer horrorosa y
gorda.
-Así
pasa.
-Pero
no puedo concebirlo, ¿entiendes?
-Mira,
cuando uno está borracho, no ve las cosas tan claras como tú ahora. Si está lo
suficientemente solo y caliente, busca cómo deshacerse de su estado.
-Explícate,
André.
-Imagina
que has estado caminando en el desierto bajo el sol por cinco días. Luego de
todo ese tiempo, se te presenta una charca, y por supuesto que está sucia. Eso
no te importa, lo que quieres es agua, beber.
-Osea
que las putas son como agua turbia.
-Exacto-
dijo André-. A mí lo que me molesta es ver a las personas calentar palomitas en
el microondas de su casa para luego ir al sofá a ver tele-. La mujer rió.
-¿Por
qué? Me vas a decir que no te gustan las palomitas o ver la tele.
-A
lo que me refiero es que no soporto olerlas, sabiendo que ellos estarán por
horas y durante años sentados en una postura inmóvil. Día con día se llevará a
cabo la misma acción. Me repugna. No hacen ejercicio ni salen. Inmóviles como
estatuas. Es como si vieras niños sucios, con lodo, comiendo dulces y que suben
en auto de lujo. Imagina lo que harán ahí y cómo dejan el interior. Pues bien,
ahora imagina que eso sucede día con día, y no existe persona, menos esos
chiquillos, que limpien el desorden. Por supuesto que será un asco. ¡Me
repugnan!
-¿Los
niños o las personas que dices?- preguntó tras reír.
-Ambos.
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