Andrómeda
Se oía el viento sobre los árboles
y las ramas acariciaron el cielo.
Cruzaba una bandada de aves sin nombre
rumbo a un pueblo desconocido.
Fue ahí donde dos piedras se desmoronaron
para viajar juntos al infinito;
no conocían lo que era ser oro
ni las estrellas les dijeron que eran diamantes,
sólo iban caminando sus raíces
hacia un mar en que nadie se ha sumergido.
***
A cinco días de distancia
un par de botones se descosieron.
Girando en el suelo de vidrio
vieron su reflejo en el otro.
El nuevo siglo los tomó entre sus tiempos
y fue cociéndolos con su hilo de plata
a ese traje divino
donde las sombras transforman el azúcar en vino.
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