Mis caricias serán para desnudarte,
tocando tu alma, tranquila como el Levante.
Cubrirás con mi calor tu cuerpo de invierno,
y el soplo de mis labios refrescará tu verano.
Este día sin ti fue una caverna,
oscura y silenciosa cual pájaro dormido.
Sigue la luna sobre la triste noche,
sigue, con el sol del otro lado del horizonte.
Me sueñas con el olvido del despertar,
y el blanco recuerdo se irá sin cantar.
Ya cae la luna del día, el día en la noche, la noche sin ti.
Ya despierta la mujer en su cama, y su memoria huye de mí.
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