Gloria al Combatiente

 

 

 


Forastero

en el velo de noche, fui.

Cerqué de sombras

el punto alto en que anido

donde siempre habito

dispuesto y preparado para la acción.

Invadí ciudades, desplacé infantería,

intacto o herido, cantando un himno:

De la cuna a la misión.  

 

De incursión, fui

custodiado de estrellas;

dieciocho millones de reflejos;

helechos, ojivas,

confiado de táctica y destreza

sin saber, esos momentos

que llegaría Gloria y su belleza

a conquistar, plenamente

en medio de lealtad, honor y valor.

 

Incertidumbre,

vamos a enfrentar cualquier enemigo

llevamos los pertrechos

y un vaso de atole cual espada.

Comentarios

Entradas populares de este blog

20 POEMAS DE ALCOHOL Y UN CIGARRO EN EL CENICERO

Tropa Toreles

Participación con Mar y Niebla