martes, 30 de septiembre de 2014

Carta a la medianoche




Tenías de enemigo el crónico aparecer de la depresión psíquica, el resucitar de los dinosaurios, y al humo que rodea el alma del viento. A través de los inciensos en las paredes se ciñeron tu paso y permanencia en este holograma, clave de enigma, yugo de la eternidad. La juventud se iba quemando mientras en otras lenguas se ocultaron los sentimientos. Como un libro recomendado, se perdió en el vacío el tiempo de las conversaciones que terminan por falta de dinero, mas luego se sembraron estaciones, aromas, sombras de transeúntes a cada espresso bebido durante las imágenes. Aguardar a tu hilera de faroles se volvía la premisa. En imagen e imaginación se construyeron los mundos rutilantes, la oferta de un acosador, y el sonido de las grullas. El fuego y la comida y el chaleco salieron de la mochila el fin de semana, y aún no los devuelvo por que la lluvia continúa el ritmo del Blues. En movimiento telúrico se levantó tu decisión contra la decidia, enfrentándote a la música, hablando con la simpatía de las sirenas. Con mis botones presionados, no hubo abismos sin llenar con miserias del ayer. Ahora que no hay temor del pasado, cubres los cuatro puntos cardinales de mis coordenadas. ¿Sabes? esa palabra ha sido el eje de cada carta anterior, en las que los cambios se padecían al sentirlos recorrerme. Y sin conjuros ni esperanzas, las oportunidades se presentaron bajo plenilunio. Todo puede pasar, no hay sorpresas. Hoy, que vi al verdadero Kasián personalizado en su retrato, oímos I'm a fool to want you desde el otro lado del sentimiento. Enmarañada de metáforas y sombras y realidades, el mensaje se traspuso a las edades. Si en un momento partí, el tiempo bebido como vino llevó el cauce hasta la causa que, un día, hace días, se resbalaron lágrimas hasta el bosque. Equivocaciones: innumerables. Aciertos: Sólo uno: Ser al lado de la sombra que comprende, que siente, que inspira al ajedrez partido.
Ahora que ha girado la Tierra, sé que seré el mismo tótem que idolatra tu infancia en el transcurso al ahora.  De aquellas tres páginas de los muertos que aman se aclara la creencia. De guerras y batallas estuvo sembrada la senda al bajío, y con mis refuerzos frescos, puedo lanzar un grito al aire para llegar hasta tu sonata.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Extracto Mar y Niebla

  Por entre las nubes vaga un beso de tu boca dulce y enamorada. Mi lengua pide un poco de rocío, de lluvia; pide toda la miel desde t...