-Cuchillo: fábula del cuchillo- dijo André-. Así la llamó
El Riel. Quieres cortar carne, pan, fruta, tomas el cuchillo. Usas el acero,
por el filo, y deslizas sin batallar. Es útil, te ayuda a lograr el cometido
mientras te encuentras a salvo. Del otro lado del cuchillo. Ahora, voltéalo
horizontalmente y tómalo por el acero y no por el mango. Intenta realizar los
mismos movimientos que anteriormente te sirvieron. Desde el inicio, al apretar,
duele el filo. El vaivén inclinado que antes logró cercenar el objeto, ahora
ayuda a que tu herida se agrande. ¿Qué papel efectúa el cuchillo por sí mismo más
allá de ser lo que desde su creación fue? Ninguna. Las consecuencias varían según
el usuario. Así que mantén esta imagen siempre a tu lado, cuando portes esta
arma, recuerda la vida. Depende que lado del cuchillo te encuentres.
