27 DE MAYO, 2011

No nos hemos visto, es cierto, Pero vivo contigo innumerables vivencias que no se comparan a las que tengo con quien dice conocerme. Hay horas cargadas de melancolía que se presentan en los recintos de mi hogar, fuera de casa, en los jardines, en los estrechas calles de ruido, por las aceras de piedra, y cuando me siento en silencio a escuchar tu voz escondida en el Viento del Sur. Hay horas colmadas de duelo. De esas pocas veces hablo pues ya me acostumbré al dolor y para mí es la piel del cuerpo. Hay horas livianas donde siento desvanecer las cosas ruines que perpetuo hago, y creo que es cuando; en ese momento; en mi poder construyo lo inexistente, viajo bajo el océano, caminando sobre las huellas de monstruos extintos y poso mis manos en los cabellos negros de aquella mujer que no está conmigo. Su cabello se vuelve blanco con tonalidades violetas y rubias, terrestres e incendiarias consumiéndose en cenizas que vuelan conmi...