viernes, 24 de enero de 2014

Extracto "A. L. Desclasificado"


Mario observó el caminar de André acercándose al Templo Expiatorio como un turista; el casco se quedó en la Ducati. Bajaba del Chevy con la edición de El Universal enrollado en su mano para luego permanecer de pie, leyendo, a diez metros de él. Lovedy expulsó humo de sus labios realizando una seña para que se acercara lo suficiente como para aventar la colilla del cigarro.
-Mario- sin verlo, pero con el volumen propio para que el espacio que los distanciaba fuera cruzado por la voz-. Es la 1:00 pm. Ahí adentro veré al contacto en unas horas. Vigila los movimientos. Iré a dar una vuelta.
Asintiendo, el compañero del detective fue a sentarse en la fuente circular al centro de la plaza adyacente. André se perdía entre los transeúntes, quitándose la chamarra de piel y poniéndola en su mochila. Cambió las rolas en los auriculares por el álbum Morning  Glory. Al montar sobre la motocicleta le parecía reconocer irritación por la tranquilidad sosa de la letra, así que buscó en el Ericsson hasta que Smashing young man le devolvió la calma. “Eso se oye bien”, pensó, para pronto fijarse que el tono se interrumpía.
-Quiubo.
-Lovedy, soy Esteban.
-¿Qué pedo, men?
-¿Cómo has estado?
-Igual que siempre. ¿Qué plan?
-Es auténtico. Ya consulté todas las referencias y te doy mi palabra de que tienes una buena inversión.
-Perfecto. Luego te marco para pasar por él.
-Sirve que termino de explicarte la teoría en la técnica de Van Gogh.
-Mejor consígueme el cuadro que tenías en el monitor de tu compu.
-¿Cuál sería?
-Había un hombre bailando tango, y luce como si estuviera lloviendo.
-Debe ser una sincronización del destino, mi buen. Se titula: In the hands of passion.
-¡Oh! Perfetto- he hizo un ademán donde las puntas de sus dedos unidos en la mano derecha fueron de su boca al aire en una expansión tras simular un beso-. ¿Seguro?
-Sí. Y digo sincronización porque es de André Kohn.
-¡No mames, caon!
-En serio. Un figurativista impresionista. Sus cuadros tienen el efecto bajo la lluvia, y su talento usa mucho el rojo…- al instante Lovedy pensó en sangre.
-Bueno bueno. Luego me dices bien y vemos si es el mismo cuadro.
-Si es, no creo que esté en venta. Igual te consigo una réplica.
-Sale. Ahí estamos- y colgó. Tras encender la Monster 600 enfiló por López Cotilla hacia el Este. Desconocía la facilidad con que su mundo ensombrecido por los Ray Ban retornaba a ese color que incluso inundaba sus sueños.


-Qué me interesa el color, madame. Sólo deme un vestido de fiesta y un conjunto de ropa interior. Lo que importa es la transparencia y que haga juego- dijo el hombre con el vientre prominente, acomodando el sombrero gris de media ala encima de la calvicie.

-Está bien- respondió la chica, de igual vientre, pero veinte años dos meses cinco días tres horas menor y con cabello largo, en un tono que denotaba sentimientos heridos.


Sano y salvo Lovedy llegó al Parque de La Revolución, pausando la música, y se topó con la joven del expendio de cervezas sentada sobre una banca.
-Ah, que rico.
-¿Qué cosa?
-El perfume de tierra húmeda. ¿Escuchas los tambores? Es un ritual de agradecimiento por las cosechas. Lo hacen cada año.
-¿De qué hablas, Felicia?- era delgada, de baja estatura y parecía ser estudiante de ciencias químicas por los lentes de montura negra cuadrados.
-Los hippies de atrás- ante la respuesta Lovedy frunció el entrecejo.
-Ah…
-Es hermoso-.Mas para él cualquier alusión a un grupo étnico sub urbano sin disciplina resultaba en antipatía-. ¿Andas de excursión o por qué llevas esa mochila?
-Algo así. Espera; cuídame esto-,dejando la mochila en la banca se dirigió hacia el grupo étnico sub desarrollado amigos del ecosistema come yerba que estaba a diez metros-. Qué onda- dijo al primero que volteó-. Oye, ¿sabes dónde puedo poner mi campera?
-No- titubeando-. Éste es un parque-, con inseguridad colgada a sus rastas.
-¿Eres de aquí?- la respuesta fue afirmativa, don-. Entonces, ¿no sabes dónde puedo acampar?-, y no, en verdad no sabía, ni él con los jirones de ropa ni los otros cinco chavos tatuados y la única chava sin perforaciones en la ceja que le oyeron-. Osea, celebran las cosechas que siembran en un jardín público pero no saben dónde dormir bajo los elementos...¡¿Qué tipo de hippies son?!- alejándose;mostrando la pistola en su espalda al girar; fue hacia la chica de minifalda testigo de la escena-. Oye, gracias por el coche- y se colocaba la mochila.
-De nada. Aparte pagas bien. Violeta me pidió ayudarte en todo lo que pudiera. Mínimo me lo lavas cuando termines de usar el Chevystrón. Es el único patrimonio que puedo mover si cambio de profesión-. Al instante Lovedy pensó en dos cosas, por un lado cuál era la universidad donde había adquirido su título de acompañante sexual y, por el otro, que era una Killer Queen como Violeta Collins. “Tal vez sea similar a Mujer Luna Bella”.
-Oye,¿traes el…?
-Obvio, muchachón. También me advirtió que no te dejara seco. En mi bolso está el William Lawson.
-¿Sabes qué quiero hacer?- dijo a su oído, quitándose los lentes a la respuesta de que ni idea tenía y llevando la mano a su pierna depilada-. Estar con mi dedo tibio en la frontera donde el cielo y el paraíso se confunden, luego saber que en realidad no es el tacto lo que busca ese punto, sino que mi lengua se ha preparado y va de la mano de un susurro similar a éste. Ahí, reunidos los elementos, con libre tránsito, podría encender el paraíso hasta que nadie reconociera bajo las sombras a qué cuerpo pertenece cada aliento.

jueves, 16 de enero de 2014

30 de Diciembre



Ya no eres tú/ 
una puerta sin puerta que de adentro ve hacia afuera/ 
en este mismo silencio pero con más grillos/ 
agua sobre piedras/ 
café sobre la mesa/ 
la luz del fuego a través de las persianas en el rostro sin voz/ 
una noche que amanece en jueves
y una imagen santa que mira hacia el suelo:

Extracto Mar y Niebla

  Por entre las nubes vaga un beso de tu boca dulce y enamorada. Mi lengua pide un poco de rocío, de lluvia; pide toda la miel desde t...