martes, 29 de mayo de 2012

Irina



Hace un par de años me escapé de la ciudad y conocí a una chava muy fría, pero

fue una buena compañía. C. es su verdadero nombre,

y hasta ahora lo sé; le decía C.


Hablé con mi padre días después, y le contaba de lo que hice por allá.

Jamás olvidaré lo que me dijo:


-¿Todavía le hablas?

-No. Me mandó un mensaje diciendo que se iba.

-´Ta, bien... para que sepas que las personas llegan y se van, sin saber cuánto tiempo durará.


Es raro el hecho de que casi no habláramos, por eso me pareció de lo más correcto el

no despedirnos. Pero era buena onda y buena persona.




GOTA


Hija, alumna, escondes tu secreto que viene a ser el mío. Veremos la sombra y retornaremos a casa, no sin antes marcar nuestra huella en la arena de los días que no presenciamos, en la memoria no nacida y en el bronce de una placa. Mientras surge del abismo nuestra morada, franqueamos; o intentamos lo más que se puede; los obstáculos. Esta noche he pensado que me gustaría tener la llave en mi boca, pero sabes que no la he pedido. Quisiera girarla y dar el paso hacia la puerta. Sabes, como yo, a qué se debe. Nada de planes, nada de Au revoir, sería un hasta luego que sabemos nunca llegará.
Hija, alumna, the shadow calls me and keep talking… singing… nocking…

And the good bye is Adagio: Sehr langsam und noch zurückhaltend de la Novena Sinfonía de Mahler.

miércoles, 16 de mayo de 2012

...




Tengo días, meses, años, que quiero dedicar a ciertas personas un homenaje, o más que una ceremonia, darles un agradecimiento tan grande como lo que hemos pasado juntos. Hablo de mis amigos. En meses anteriores veo cómo se materializa su alejamiento irremisible, el adiós sin par, la pérdida de nuestra unión. Sé que no mencionaré a todos, que en sí no son muchos, y que no existen fotos de cada una de esas personas. Al menos no en mi poder.
A mi alrededor estuvieron días normales y trascendentes, en noches donde la sombra emitía un ruido tenebroso, y fueron capaces de darme su mano en la longitud de su distancia. Con algunos reí y me descompuse, pero con todos compartí de mi vida, y ellos de las propias. Lo hicimos sin secretos y el estatuto siempre fue el silencio. De algunos puedo decir que incluso pelearon, mintieron, perdieron o ganaron por mi bienestar. 


Compañeros de armas hermanados por la guerra que nunca termina y deja cicatrices que no sanan.



Colocaré algo de André:
André observó a sus amigos mientras hablaban. “Tengo una vida plena. Aunque en ocasiones, y casi la mayor parte del tiempo, vivo como si estuviera solo, siempre hay alguien conmigo, a la distancia, que se preocupa por mí y me espera- pensaba Lovedy, sin apartar la mirada de Arath, que reía de algo con su novia-. No tengo novia, pero tengo algo mejor: mis amigos. Nunca se irán con un mensaje de celular, ni con una plática telefónica, ni con palabras que indiquen una continuidad invisible. Palabras como: ‘Eres lo mejor que me pasó, pero en este momento necesito un tiempo’, jamás escucharé de sus bocas. Sí, también me he sentido tentado a decirles que quiero estar solo. Por eso me voy de las fiestas sin avisarles. Pero no se los diría, porque sé que volveré, con ellos siempre regresaré. Han estado conmigo en cualquier evento importante, ¿por qué no estaría yo en sus momentos? No existe mejor familia que la que se forja sin lazos de sangre, por eso se tiene la oportunidad de escogerlos, y no se escoge a cualquiera, tiene que ser alguien que sude y sangre como madre por un hijo, que cubra con su ropa a quien no lleva chamarra, quien dé su cama por dormir en el suelo si el otro ha sido corrido de su hogar. O si no puede volver a casa por ser tarde. No olvides que un amigo llega y, sin saberlo, se torna en una extensión de tu vida. Sí, lo recuerdo, por eso no me junto con religiosos ni con drogadictos. Tampoco olvides que no son tan viciosos como tú. Sí, soy el único que fuma más. Pero eso también los convierte en más cercanos, porque me aceptan como soy y me hacen ver cuando me paso, cuando me salgo de la línea. Si fuéramos completamente iguales, sería aburrido, por eso existe el surtido rico hasta en las galletas”.
















Recuerdo cuando con uno, siempre que lo veía, hablábamos de los temas que antes solíamos tocar, la diferencia en los presentes, y los que habría a futuro. Mencionó que una vez dijimos sobre: ¿La besaste?, luego cambió a otra cosa, y dijo que luego hablaríamos de pañales. Mencionó que su esposa, al decirle que estaba conmigo, diría: ¿Otra vez con ese borracho?, y fue profético, ya que, aunque en ese tiempo raras veces tomaba, él ya se casó y lo demás es historia. Su pérdida es la que más dolió, pero no hubiera sido tan dolorosa de no haber creído que un incidente me sucedería en 2010. Bueno, además, también otra amiga se ha casado. Pude ver que mis dos pilares fundamentales avanzaban hacia un mar sin retorno, con la bitácora del destino en lengua muerta.
Por supuesto que también me regañaron. Como cuando fui a hacer ejercicio en el parque una noche de tormenta, la vez que hablé mal de una chica, el día que me pasé un alto, cuando me puse ebrio en Puerto Vallarta y quería salir, porque no le dije a la Eterna lo que pasaba, por darle dinero a una vaga, o la vez que no sabía cómo hablarle a las mujeres.
También sé que de cada minuto tienen una memoria imborrable y que sonríen al recordarme. Fueron la decoración de mi alcoba, la voz de mi consciencia. Espero que lo sigan haciendo cuando reserve mi habitación en la nada. Con algunos comparto formas de ser, ideas, o aspiraciones. Y de ello hablamos durante la noche y solos. Es la única forma de hacerlo. Con otros jugaba a maldecir su buena suerte y ridiculizar sus condiciones, pero siempre anexaba el discurso de la envidia. Los Cobra, Los Soma, Alonso, Pacheco, Adriana, Pablo, Gabriela Cuevas, Tere, SOL, Nabile, Fco. García, Sel, Fátima, Gisela, La Eterna, y los que falten por la omisión del alcohol, todos pertenecen a cada trago y humo de mis cavernas, las latitudes de mis experiencias.
Navegamos alto, saben lo que se siente.
A los que siguen al pie del cañón quiero decirles que el Cuartel está dispuesto, que André saldrá en su socorro, que la artillería enfriada los espera y que los cartuchos en sus empaques rojos están preparados para la guerra.
Ante la ausencia a futuro de  las conversaciones y los eventos, he tomado la decisión que comenté en el año 2011, que por el suceso del 7 de febrero, había sido pospuesto. Ahora no he retomado la preparación, pero espero alcanzarla en un año, junto a todos los preparativos.
Por cierto, Paulina Galicia, mejórate, aunque sé que es un cliché, pero en serio me he preocupado por tu situación como ninguna situación me sucedió. Pronto nos veremos y hablaremos de cada Coloquio en el que faltamos.
Amo el sueño, y la muerte es el infinito sueño. Digan que fui feliz, cualquier duda sobre mí se contestará con lo que escribí.

jueves, 10 de mayo de 2012

ala eterna

(2 de mayo)






Somos el día y la noche sin poder vernos
girando en un mundo de posibilidades
donde un encuentro nunca amanecerá.
Ser, sin ti, es la tristeza que me despierta
y no encuentro descanso, noche, ayuno
mas que extrañarte con todo lo que no estás.
Si es una copa, ya el incienso se consume.
Si voy por la calle, caminan mis sueños sin sombra.
Hay que darle cuerda a esta tumba
hasta lograr un latido al destierro de tu voz.
Aun recuerdo cuántas estrellas nos miraron del cielo
y que escondías un tesoro en tu piel cenicienta.
Las edades que nos reunieron
fueron cubriendo de polvo nuestras heridas.
Hace mil años que tu universo se rompió
y otros tantos en que reímos.
Eran muchas nuestras palabras
que cada una aun mueve las mareas.
Ve a la playa a encerrar grillos en tu puño,
arrójalos al viento y velas desaparecer.
Si existe el dolor indescriptible
ahora, en este momento, con su peso te doy las buenas noches.

sábado, 5 de mayo de 2012

PENSAR DEL NIÑO DE VIENTO




Éramos la sombra convocada en la prolongación del tiempo.
De pleamar a bajamar, con oscilación marítima,
contamos granos de arena dentro del cristal anacrónico.
                                                                                      Decías:
Voy pensando en ti y en la corriente.
                                                                                  Contestaba:
Soy una nube en el cielo, tómala cuando caiga a ti en tus manos.

Éramos sombras acurrucadas contra el pecho de la roca madre.
Vientos esparcidos encima de nuestra calma,
se llevaron frutos ululantes a los campanarios
vacíos, tan vacíos de sí mismos que no hallaron sonido,
paloma, incendio ni concierto de transeúntes.

Salí de noche con mi abrigo desgarrado,
fui cediendo alientos de barro a espuma
cual estatua heroica que busca hogar en patria.
De mi nombre hubo eco hasta rincones desconocidos,
desconocidos e intactos en su piel,
desconocidos por quien me llamó más de diez veces
desconociendo el ascenso de mi alma por el abismo.

Distancia y ausencia se abrazaron sin que lo otorgáramos
y desde entonces nuestra unión perdió sentido en la memoria.
Ese sistema binario lo fabricamos con unidades, números incansables
que su continuidad hallaba el infinito.

Éramos
             y en esa palabra
                                            se consumió nuestro ser antes de vernos.

el dormir de los moluscos (2)

Nos debíamos el mundo. La deuda adquirida en su visita fue así de intensa. En recompensa, también infinita era su trascendente estela. Ya las horas no eran horas, y el destino cerró sus puertas. En el intento de permanecer inerte perdí los estribos, las riendas, y ¿qué se hace cuando no se ve el camino ni se siente el suelo que se supone que pisas?
"Somos el día y la noche sin poder vernos... "

Vestigia Dominari

 Bienvenida sea la primavera! Se acerca un eclipse y la parsimonia en los eventos se ve en armonía. Hace 20 años (el tiempo nos ha invadido ...