lunes, 21 de febrero de 2011


I

De la cascada tomé mi manto y lo puse a sus pies.
Pasaba tanto tiempo en tiempo,
en fuga continua y vibrante,
y el contacto con su piel fue frío.
Ya el otoño estaba trabajando;
las mujeres, sentadas en el pasto
tejían sus velos con enredaderas.

Le propuse una vida llena de mi vida,
añadí que el vino no escasearía.
Y ella, contestó que esperaba, limpia y virgen
otro día para su castidad.

II

Pasando la media noche, mojado
fui a escuchar las hojas en el viento.
Cerca de mi mano sus dedos;
rozando mi hombro su cabello;
ambos con frío y luto;
su esposo dormido bajo el río.

III

Amaneció sola en el lecho compartido.
Yo en el bosque, temblando
sacaba de la bolsa el cuchillo.
Frágil su sueño, se había quitado el anillo.

IV

Entre el follaje perenne en sus ojos
la vi dormir en mi mañana despierta.
Multiplicadas las estrellas en el cielo
nos escondimos bajo el brillo de la tarde.
Ahora es mi turno de irme, de morir
de pagar con música su silencio.

viernes, 18 de febrero de 2011

La novedad del olvido

Desconozco porqué he caído en el estado actual. Días atrás no era lo mismo. La disciplina se detuvo y no puedo retomarla por desidia. Entro de nuevo en la Noche del Alma, noche desconocida para mí ahora, pero mi compañera en meses anteriores. Sólo quien conoce a Mitra sabe de lo que hablo. Mitra y Dalina, los personajes de esa historia, los que pueden convertirse en Mitra y Katrina (el huracán del golfo llevó tu nombre) o pueden ser; Mitra, Martin, Desconocida de pelo cobre; Mariela del mar y de niebla, Muchacha. No hay especificaciones, sólo generalidades en un sentir y estar. Vuelvo de nuevo a ser la hoja que cae sin viento, pero quiero ser el árbol; que con su altura, no puede así mismo defenderse.
Hablaré más claro.
En algunas ocasiones, recientemente, me he puesto a revisar y leer lo que escribí desde mayo de 2009 y Octubre de 2010. No recuerdo las cosas con exactitud, y alguno que otro comentario y acto me parecen familiares, pero no logro precisar porqué lo escribí, de dónde lo saqué. Me reconozco en ciertos puntos, pero muchas cosas pienso que me son ajenas, pues no estoy bajo el mismo flujo. No es que en ese entonces mintiera, o ahora haga menos las cosas. Sé que transformé los hechos y las palabras para darles un sentido, mas ahora, me es imposible acomodar mi presencia en ese tiempo. Digamos que cambié y ni me di cuenta. Y ahora, mientras escribo esto, me doy cuenta que un nuevo cambio sucede. Me llama el ayer para transitarlo, la Noche del Alma, el Umbral, en fin, todo aquello que escribí y viví.
Me recuerda ese pensamiento de Lovedy: “Los hombres cambian según las circunstancias”.
Lo extraño en esto, es que quiero usarlo...

Había dejado de fumar, no por representar un atentado a la salud, sino porque el vicio se transfirió a la adrenalina, ese combustible que se nutre y conflagra al mismo tiempo cuando se entra en acción.
... Ese podría ser el inicio de el siguiente André, el que estuve esperando por llevarlo a Guadalajara, o puede ser algo totalmente distinto. Será interesante ver el inicio y el fin (en un mismo paso).

Extracto Mar y Niebla

  Por entre las nubes vaga un beso de tu boca dulce y enamorada. Mi lengua pide un poco de rocío, de lluvia; pide toda la miel desde t...