martes, 14 de septiembre de 2010

27




El armario sin tus prendas no se viste igual que antaño.
Los grillos me cantan su melodía melancólica.
Ella abunda como carezco de vino.
Y yo contando las horas y los latidos.

Las telarañas extrañan que las quites de mi rostro.
Ustedes, sombras, tejidas en mi alma alcohólica
tienen la responsabilidad que convido.
Y yo, contando las horas y los latidos.

Fue un jueves mojado amaneciendo a sábado
a pedir asilo en luz metafórica.
Flama vuelve, va y vino.
Y yo contando las horas y los latidos.

lunes, 6 de septiembre de 2010

26

Perdida, no deseo perderte,
no quiero mi celda de libertad
o quedarme sin soberanía.
Camino mío, vuelve las flores al camino.
Me han preguntado si estoy mal
triste, acorazado en mi dolor.
Les contesto que escucho mi espíritu.

Te doy mis alas de viento rotas
para que mutiles la lejanía.
Quiero tu afición por ensayar el error,
las mentiras debajo de la almohada,
el fluido de vida en tus entrañas
y la pasión diurna detrás de un camión.
Quiero lo que fue y se fue
con ese amor que siempre ama,
con aquellas palabras que no se dicen.
Quiero que lo quieras,
camino mío entregado al vacío.

25

el cuarto del silencio


Quise abrir el reloj y borronear el silencio.
Luego vi una mujer que me dejó ciego;
mas tu fuerza no pudo levantarme.
Aquí, donde estoy, tú no estás aquí.
Del viento frío me hice triste,
porque hubo formas de entristecer con el viento.
Un murmullo a lo lejos, zumbando, los hombres,
las máquinas rotas, esas secuelas de ayer
venían a contar por piezas al ajedrez partido.
Quise jugar contigo y con el tiempo;
sentí las palabras de su boca
encerrándome débil, torturado
tendido al suelo, deletreando tu nombre.
(Ahora no voy. Me quedo. ¿Vienes ahora?)
Una luna en su equilibrio efímero
toma de la mano a otro, aquel
que tiene en mi jardín pensado morir.

Quise llover, diluvio fui
con un cigarro apagado en mis labios.
Mas dentro el fuego formó un torrente
de gotas, de angustias
de tormentas rotas.
Aquí donde estoy, tú no estás aquí.
Por cada línea blanca en tu vestido se cuenta una
dos, cinco hasta contar gotas.
Me voy, busco, te llevo a donde voy.
Lo soy, tuyo , te lluevo donde soy.

Extracto Mar y Niebla

  Por entre las nubes vaga un beso de tu boca dulce y enamorada. Mi lengua pide un poco de rocío, de lluvia; pide toda la miel desde t...